sábado, 26 de abril de 2014

DISCUSIÓN ESTRATÉGICA

El jueves 24 de abril, en el pequeño auditorio del Palacio Baburizza se reunió un gran número de arquitectos, urbanistas, geógrafos, ingenieros, procedentes de múltiples horizontes; la universidad, las oficinas privadas, algunos jefes de instituciones y representantes del colegio de arquitectos. El propósito, invitados por la SERPLAC de la Municipalidad de Valparaíso, era recibir propuestas que pudieran ser incorporadas a un gran documento que debiera ser presentado al Delegado Presidencial. El objetivo planteado por Luis Parot, encargado de planificación del municipio, era muy claro: hay que tener una solución política razonable, realista, es decir, negociable, tolerable, por la gran autoridad enviada por el gobierno central, antes del 10 de mayo, a lo menos.

La estructura colonial que sostenía al reunión apenas fue esbozada por algunas intervenciones, sobre todo, la del director de la escuela de construcción, que señaló que ya desde la época en que Lagos Escobar era ministro del MOP se realizaron estudios que quedaron en unos cajones o en unas gavetas de la administración. Esto demuestra que existe masa crítica, producida tanto en el Estado como en la Academia, desde hace décadas, y que el acumulado de conocimiento es significativo. De todos modos, ese conocimiento no se traduce en Poder político local. Los universitarios parecen ser consultados en situaciones en que el manejo de la emergencia y de las soluciones no depende de ellos. Consultar no implica vinculo ni compromiso alguno. El colonialismo ministerial se hace ver y establece sus lógicas jerarquizadas como es su costumbre. La posición del municipio resulta casi bochornosa, porque es puesto en situación de dar examen ante un Delegado punitivo que aplica criterios de conveniencia estricta del poder central, superando incluso la habilidad de las autoridades de gobierno regional.

Sin embargo, la masa crítica representada en esta reunión ya lo sabe y demuestra no estar sorprendida ante la indigencia epistemológica de los operadores locales. Eso quiere decir que hay algo nuevo en esta situación, que nos sitúa en el límite de lo imposible.Pero en ese límite, más allá, siempre encontraremos una solución. Esta es una frase de Rosa Luxemburgo cuya teoría debían estudiar los leninistas arcaicos que reemplazaron el centralismo democrático por la política de autoconsumo tribal. Rosa puso en duda el reduccionismo de un modelo de partido que los disidentes italianos de fines de los sesenta ya enarbolaron como una posibilidad real de nueva política. Lo menciono porque tiene mucho que ver con los postulados de los agentes autónomos que están operando en la primera línea de la emergencia. Existe un descrédito tal de la clase política local, que solo el Saber y la Cultura pueden abrigar esperanzas de rearticulación en el trato con las diversas comunidades vecinales de los cerros. Hay que tomar en cuenta que los dirigentes validados por la autridad, no necesariamente son validados por los vecinos, sobre todo en situaciones de emergencia, en que surgen nuevos liderazgos, en el terreno mismo. Mientras discutimos en esta reunión sobre como recomponer el tejido social, hay centenares de vecinos que levantan una estructura como signo de re-soberanización del territorio, modificando el mapa de las subjetividades barriales.

Es cierto: el discurso de los universitarios analiza cuestiones de estrategia general; los autónomos están sumidos en la contingencia, literalmente hablando. Debiera haber unas vías de relación entre unos y otros, porque a los académicos les hace falta la pulsión fina de lo que está ocurriendo en los cerros y los autónomos carecen de un punto de vista totalizador que relaciones el trabajo de la primera línea con el trabajo analítico, que se realiza en una cierta distancia orgánica.

 Es muy posible que esto se logre gracias al compromiso directo que están tomando algunas escuelas. Quizás no haya otro modo más eficaz para recoger la experiencia inmediata de las autonomías y convertirlas en situaciones de avance analítico.

 Pero este discurso llegará filtrado -como tiene que ser- para llegar a oídos del Delegado, que proviene de un lugar en que el diálogo jamás ha sido la tónica: el MINVU. La clave de su éxito es levantar mediaguas y aplacar toda manifestación de malestar antes del 21 de mayo. En este contexto, para él, tejido social significa población satisfecha en los niveles primarios de la vulnerabilidad. Toda discusión sobre planes estratégicos será subordinada al manejo de las tecnologías de gestión autoritarias a que ya nos tienen acostumbrados los ministerios, garantizados por el patrullaje de los cosacos.

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